viernes, 4 de abril de 2014

Semana Santa de Turre


SEMANA SANTA EN TURRE
Mención especial tiene la Semana Santa del municipio, declarada de interés turístico debido a distintas tradiciones únicas; es una etapa del año muy emotiva, la cual todos los turreros/as y foráneos/as viven con gran ilusión, entusiasmo y devoción, tres hermandades se encargan de organizarla: Ssa. Hdad. de Nuestra Señora Virgen de los Dolores de Turre, Ssma. Hdad. de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Turre y Ssa. Hdad. San Juan Evangelista de Turre.
Comienza 13 días antes del Domingo de Resurrección con "las novenas", cuya duración es de una semana cada una, precedidas por una misa consisten en el canto por parte de un denominado "Coro Noveno", durante la primera semana, a los Tres Clavos de Jesús, representando a su vez, las tres virtudes teologales: Fé, Esperanza y Caridad, de la imagen del Nazareno (perteneciente a la Ssma. Hdad. de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Turre) y, en la segunda semana, a los Siete Dolores de María representados por siete flechas en el corazón de la imagen de la Virgen (perteneciente a la Ssa. Hdad. de Nuestra Señora Virgen de los Dolores de Turre):
  • Primer dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.
  • Segundo: La huida a Egipto con Jesús y José.
  • Tercero: La pérdida de Jesús.
  • Cuarto: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.
  • Quinto: La crucifixión y la agonía de Jesús.
  • Sexto: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.
  • Séptimo: El entierro de Jesús y la soledad de María.
El último día de "las novenas" de la Virgen, bautizado como el "Viernes de Dolores", se hace la novena igual a las anteriores, con la particularidad de que cada vez que se empieza un "Dolor" (canto o alabanza) la Virgen de los Dolores abre los brazos para bendecir al pueblo, este día la Iglesia se encuentra a rebosar y el encargado de mover los brazos de la imagen suele ser un niño que se introduce dentro del manto y mueve las manos de la Señora del Pueblo mediante un sistema de palillos interno en la imagen, los momentos de emoción y pasión que se viven durante la misa son señal del comienzo de la Semana Grande de la Semana Santa Turrera.
Tras la misa de "la novena" de "Viernes de Dolores" el siguiente acto tiene lugar dos días después, el Domingo de Ramos, en él se realiza una procesión-representación en la que todas las personas que asisten portan una palma la cual es bendecida por el sacerdote al llegar a la Iglesia, es tradición que los niños hagan procesión teatral formando así una representación de Jesús llegando a Jerusalén, son típicas las figuras de palma blanca y, también a modo de representación de la multiplicación de pan y pescado por parte de Jesús, el reparto de pan bendecido en la Plaza de la Constitución sobre una barca.
Al siguiente miércoles se realiza la procesión del Vía Crucis por parte de la Hermnadad del Señor, con la imagen de Jesús atado a una columna, la solemnidad, el respeto y el silencio son protagonistas en esta procesión.
El Jueves Santo por la noche se realiza en el templo local una representación de la vida de Jesús, todos los milagros que hizo, su enclavamiento, muerte y resurrección. Acto seguido, tiene lugar una procesión en la que desfilan las tres imágenes; la Virgen de los Dolores con paso de palio y trabajaderas a hombros, Nuestro Padre Jesús con el cáliz con paso también trabajado a hombros y, con su palma blanca en la mano, la imagen de San Juan Evangelista con trabajadera a hombro, Turre se viste esta noche de pasión y devoción, las saetas levantan el bello en las esquinas del pueblo, bonita e impresionante estampa la que se vislumbra cuando las tres hermandades entran por las estrechas y angostas calles de "Turre Viejo" (Casco antiguo del pueblo) a la luz de las candilerías.
Al alba del Viernes Santo sale el Señor Crucificado (Ssma. Hdad. de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Turre), procesión solemne y sobria en la que los hombres del pueblo tradicionalmente arman el paso, muy típicos los churros y buñuelos con chocolate en la plaza, a estas horas en las que el frío de Sierra Cabrera rompe con más fuerza.
Al mediodía del Viernes Santo salen de nuevo las tres imágenes juntas en la procesión de "El Encuentro", una de las más esperadas, de larga tradición y público de todas partes, la procesión se divide una vez que están a la altura del Club Social de la Tercera Edad, la Hermandad del Señor se desvía por la Calle Sorroche, la Hermandad de San Juan y la Hermandad de la Virgen continúan hasta la Plaza de la Constitución a la altura de la fuente.
Una vez allí se producen por primera ven en la Semana Grande las famosas "Corridas de San Juan" en dos fases que levantan el asombro entre grandes y pequeños, San Juan va hacia donde está el Señor y cuando lo encuentra llevando la cruz a cuestas, vuelve corriendo a contárselo a la Virgen de los Dolores, pero esta no le cree, por lo que San Juan vuelve de nuevo a buscar a el Señor y acaba haciendo el recorrido hasta tres veces, una vez convencida van San Juan y la Virgen de los Dolores a buscarlo, siempre corriendo, para comprobar que efectivamente su hijo lleva la cruz a cuestas, pero al llegar unos romanos les cierran el paso cruzando sus lanzas.
Una vez que que ha terminado la fase del Encuentro, el Señor continúa su camino por la Calle Sorroche, en representación de su camino hacia el Calvario donde lo van a crucificar. La segunda fase, cuando llega nuevamente a la plaza el Señor se para, hasta él va San Juan y ve que lo van a crucificar, este corre de nuevo a contárselo a la Virgen de los Dolores, y ocurre lo mismo que antes, la Virgen de los Dolores no le cree y San Juan hace ese trayecto corriendo hasta tres veces, cuando ya la Virgen de los Dolores lo acepta y va con él corriendo a descubrir que a su hijo amado lo van a crucificar, la representación de "El Encuentro" está considerada de Interés Turístico, tras la procesión típico es el tapeo de este día, que se hace con pescado debido a la Cuaresma, siendo el bacalao el ingrediente estrella los Viernes Santos turreros.
Esa noche se produce la procesión del "Santo Entierro", una de las más solemnes del Levante Almeriense, el luto y la seriedad priman en esta lúgubre noche, salen de nuevo las tres hermandades, la Hermandad del Señor con dos tronos trabajados a hombros, uno con la Sagrada Cruz y la Sábana Santa y el otro con el Santo Sepulcro y la imagen de Cristo desenclavado en su interior, escoltado por la Guardia Civil y tras el cuál marcan las procesión las autoridades políticas competentes junto con el párroco y las "manolas", mujeres vestidas de luto con mantilla y peineta que lloran la muerte de Jesucristo, tras ellos la Hermandad de San Juan, con sus costaleros de traje oscuro y guante blanco en señal de respeto, y cerrando, la Hermandad de la Virgen completamente de luto, suenan los tambores y las cornetas en Turre y la seriedad es tal que, esta noche, ni las saetas se aplauden.
Al finalizar la procesión del "Santo Entierro", la Hermandad de la Virgen realiza la procesión de "La Soledad", en la que la Virgen sale buscando a su amado hijo, esta procesión no tiene música y solo se oyen los rezos de los asistentes a la misma.
El Sábado Santo por la noche, se realiza la "Vigilia Pascual" o "Ágape Fraterno", misa en la cual comienza a resurrección de Jesús. La Iglesia permanece abierta durante toda la noche.
Y llega el día más grande de la Semana Santa turrera, el que pone fin a la misma pero que, a diferencia de en otros lugares, es el más multitudinario, vistoso y con más afluencia de público, el Domingo de Resurrección se produce la procesión de "El Resucitado" y se llevan a cabo, por segunda vez las Corridas de San Juan, y también las levantás al cielo de las tres hermandades y los respetuosos "bailes" de las mismas.
Por la mañana, al igual que los días anteriores salen de nuevo las tres imágenes, con la diferencia que la Hermandad del Señor, que porta la imagen de El Resucitado, toma otro camino para llegar a la Plaza de la Constitución. La Virgen de los Dolores y San Juan hacen el recorrido del Viernes Santo por la mañana, una vez en la Plaza de la Constitución, a la altura de la fuente, San Juan corre la escaleras de la Plaza, para ver que el Sepulcro está vacío (el propio sepulcro se coloca en las escaleras en representación de la tumba vacía de Jesucristo), tal es la sorpresa y el impacto que va a contárselo a la Virgen de los Dolores de nuevo, repitiendo el proceso del Viernes Santo. Desde allí, San Juan corre hacia la plaza donde se encuentra El Resucitado, volviendo de nuevo a contárselo a la Virgen de los Dolores repitiéndose el proceso otras dos veces, hasta que la penosa madre cede y va con él a reencontrarse con su amado hijo, este es el momento más emotivo y esperado por todos, se sueltan palomas al cielo, se tiran cohetes, las bandas tocan y la plaza a rebosar se convierte en un estallido de alegría, las hermandades cambian sus túnicas a colores más alegres, a la Virgen de los Dolores se le quita el luto y se la viste con un manto celeste-oro y se levantan los tronos hasta arriba al grito de "¡Al cielo con él/ella!", también se baila con los tronos (se zarandean levemente), la procesión termina con un pequeño pero emocionante concierto de música de Semana Santa en la Iglesia. Al finalizar las hermandades montan una barra en la plaza para recaudar fondos y toda esa tarde el pueblo es un hervidero de gente, alegría y buen humor.

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