domingo, 10 de noviembre de 2013

POESÍA

Déjame tocarte con mis palabras, porque mis manos yacen inútiles como guantes vacíos. 
Deja que mis palabras te acaricien el pelo, se deslicen por tu espalda y te hagan cosquillas en el vientre, porque mis mano, ligeras y volátiles como ladrillos, hacen caso omiso a mis deseos y se niegan tercamente a hacer realidad mis deseos mas íntimos. 
Deja que mis palabras entren en tu cabeza empuñando antorchas, acéptalas de buen grado en tu ser, para que puedan acariciar suavemente tu interior. 
                                                                           .-Mark O'brien. 

Imágenes integradas 1

Un hombre de 38 años que solo puede mover su cabeza porque no le funcionan los músculos, se enamora de una mujer que es su terapeuta, y le escribe este poema. 

                                 LAURA LARRAMENDI GARRIDO

No hay comentarios:

Publicar un comentario